Tal como ya he mencionado en mi entrada anterior, hacer partícipes a las familias de la implantación de este modelo pedagógico es un paso fundamental para conseguir su éxito. Necesitamos que nos respalden en esta iniciativa, que se involucren de manera activa y adquieran un compromiso de seguimiento en casa.
Difundir información sencilla y veraz sobre cuáles son los pilares en que se asienta este proceso de aprendizaje es la primera acción que debemos llevar a cabo. Para ello, les informaremos desde el inicio del curso, convocándoles a una primera reunión, en la que despejaremos sus dudas y resaltaremos la experiencia positiva de su aplicación en otros centros escolares nacionales y extranjeros, lo que ha producido una mejora en los resultados académicos.
También insistiremos sobre la nueva función del docente, quien además de guiar, aclarar dudas y ayudar a consolidar el conocimiento adquirido en casa, va a poder centrar más la atención en las necesidades individuales de cada estudiante. Los ritmos de aprendizaje son diferentes en cada persona y aquí se trata de ayudar de manera efectiva a alcanzar el mismo logro educativo.
Por esta razón, he creído conveniente convocar a las familias del curso de Educación Primaria del que soy tutora para informarles sobre las características principales del modelo educativo que vamos a poner en marcha en el centro.
A la reunión hemos asistido el equipo docente de E.P, aunque la presentación formal me ha sido encomendada por tratarse de mis alumnos.
Éste ha sido el contenido de la misma:
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