sábado, 15 de junio de 2013

El ratoncito feroz: la narrativa según Disney

Las nuevas tecnologías prometen el acceso, difusión e intercambio ilimitado a ingentes bases de información, pero en la práctica los medios de comunicación están controlados por un puñado selecto de grandes compañías multinacionales.  Estos holdings extienden su poder sobre el mercado mediático a través de la participación en el capital de cadenas de televisión (convencional y por cable), emisoras de radio, estudios musicales, editoriales, equipos deportivos, compañías de seguros, revistas y producciones multimedia. Podemos aceptar que, como indica Henry A. Giroux, este monopolio sobre el espacio público transmite un pensamiento único y representa una amenaza para la democracia. Este es también el caso de la Compañía Walt Disney, con su eterna invocación a la inocencia, la felicidad y la unidad. Giroux reconoce que la fuerza de Disney radica en haber trascendido el simple entretenimiento convirtiéndose en un icono de la cultura popular, cultura que, por otra parte, ejerce una gran influencia sobre la sociedad norteamericana.

Las narraciones que nos ofrece son siempre placenteras, con múltiples lecturas según el tipo de audiencia (niños, adultos...), un potencial utópico lleno de fantasía, aventura, exotismo, temas emotivos que abordan la supervivencia, la separación, la pérdida o muerte de seres queridos, basados en los valores tradicionales y las instituciones democráticas básicas de la clase media norteamericana y que, en resumen, priorizan la importancia de la familia y la libertad individual como formas de ciudadanía. Pero el interés de Walt Disney por la familia no es sólo que ésta se entretenga, sino potenciar la creación de nuevos mercados en jóvenes y niños, convertirlos en fieles consumidores pasivos (directos e indirectos) de sus ideas y productos.  La industria Disney, a través de su amplio conglomerado corporativo (parques de atracciones, películas, musicales, etc.) promociona una cultura e ideología específicas, el denominado “estilo de vida americano” que, en sí mismo, es admirado o rechazado en otros países pero que tiene poder educativo. ¿Qué se enseña por su mediación? Principalmente, el gran mito del capitalismo: la exaltación de la libertad de mercado. Estados Unidos es el lugar donde el individuo puede progresar por la gran diversidad de oportunidades individuales al alcance de la mano y disfrutar de libertad política y económica. Otro valor es el patriotismo: la bandera ondea en todas las instalaciones y es el símbolo de la unión e identidad nacional con independencia del origen étnico o estatus legal de sus ciudadanos. Señas de identidad que van dando forma a la memoria colectiva y que la narrativa de Disney se encarga de fabricar, vender y distribuir a escala global.

¿Cómo se puede paliar el poder desmesurado en la formación de la cultura infantil y juvenil de megacompañías monopolistas como Disney? Giroux propone analizar críticamente la representación que hacen de la realidad y emprender acciones que permitan resistirse a los postulados culturales de tales corporaciones. Para ello, es imprescindible desarrollar instrumentos educativos críticos que permitan a los jóvenes y adultos ser conscientes del papel de los medios como fuerza política, pedagógica y social, fomenten el interés por lo público y la responsabilidad en el funcionamiento de la sociedad civil. Igualmente, aprender a usar y leer críticamente las nuevas tecnologías mediáticas y sus producciones culturales necesita del desarrollo de programas educativos en la escuela y fuera de ella. En definitiva, nos encontramos ante un monopolio poderoso que controla, a través de las nuevas tecnologías, los medios de comunicación, los modelos educativos y la cultura popular, simplificando y homogeneizando todos los aspectos de la vida cotidiana.  La única opción para resistirse a su influencia es construir espacios para el desarrollo crítico e intelectual de una ciudadanía no subordinada a los dictados del mercado.

Bibliografía consultada:


Giroux, Henry A. (1999/2001). El ratoncito feroz. Disney o el fin de la inocencia. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez

4 comentarios:

  1. hola: me llamo aldo y soy de argentina. me encantaria poder leer el libro del ratoncito. me lo podran mandar por pdf? muchas gracias. mi correo es al-ma@hotmail.es

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  2. aldo manfredi18 de septiembre de 2015, 0:58

    hola: me llamo aldo y soy de argentina. me encantaria poder leer el libro del ratoncito. me lo podran mandar por pdf? muchas gracias. mi correo es al-ma@hotmail.es

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  3. No dispongo del texto en pdf. Lo saqué en préstamo de la biblioteca de mi Universidad.

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