Se trata de un proyecto de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) financiado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a través del Plan Avanza, cuya primera parte consiste en investigar las prácticas comunicativas que realizan los y las adolescentes españoles. Para ello, han realizado una encuesta dirigida a la población comprendida entre 12 y 18 años sobre el uso efectivo de Internet, redes sociales, videojuegos y móviles. La muestra final fue de 2.054 entrevistas, seleccionadas de manera aleatoria proporcional según Comunidad Autónoma y realizadas durante los meses de marzo y abril de 2009. En la comunicación al II Congreso Internacional AE-IC Málaga 2010 se presentaron los resultados preliminares del estudio referentes a Internet, redes sociales y videojuegos.
Con respecto a la utilización de Internet, es fundamentalmente visto como un espacio de ocio. Casi la totalidad de los adolescentes consultados (96,7%) afirman haberse conectado alguna vez, aunque el porcentaje varía según el tamaño del municipio de residencia: cuanto más pequeño menor es el porcentaje de los que se conectan y viceversa. También muestran un índice elevado de virtualidad en los procesos de socialización, ya que la primera información que se da cuando se conoce a alguien en persona y se quiere seguir en contacto es el Messenger (53,3%), seguido a bastante distancia de la telefonía (31,5% el número del móvil y 0,8% el teléfono fijo de casa). Perciben la Red como herramienta de ocio/entretenimiento y de comunicación (82%), más que un medio de aprendizaje y/o formación, puesto que un 49% considera que la información que contiene no es de fiar y un 60% piensa que Internet no ayuda a aprender mejor o sacar buenas notas.
Más de la mitad (53,6%) de los encuestados han aprendido a utilizar Internet de forma autodidacta, aunque en el grupo de los más jóvenes de 12-15 años también les ha ayudado algún familiar (padres, tíos, hermanos o primos) en tres de cada diez casos. Por otra parte, el aprendizaje de la Red a través del colegio/instituto queda reducido al 16% de los adolescentes consultados. Estos datos nos muestran una población que ha aprendido “trasteando” por su cuenta, que se conecta principalmente en espacios informales y privados, como su propio domicilio (94.5%), pero no en espacios educativos formales (en clase o en alguna academia). A destacar que en el ámbito familiar, seis y tres de cada diez se conecta, respectivamente, en su propia habitación o en el comedor/salón, estableciéndose así una clara dicotomía entre los espacios comunes de la vivienda y los espacios de ámbito más privados o personales.
Otro de los apartados hace referencia al uso de redes sociales, blogs o fotologs. Ante la pregunta de cuántas plataformas conocen y/o en cuántas participan, los adolescentes mencionaron más de 60 diferentes y sólo el 13% no supo mencionar ninguna. Las más conocidas y usadas difieren según edad, sexo y Comunidad Autónoma de residencia, aunque en términos generales es Tuenti con el 48,4% de las menciones, la que ocupa el primer lugar, seguida a gran distancia de Fotolog con el 17,3% y Facebook, 15%. Más de la mitad de los consultados utilizan de forma habitual una Red Social (55,4%), mientras que el 12,6% utilizaba un Fotolog, el 0,4% un Blog y el 31,6% no utilizaba ninguna habitualmente. La actualización en las redes sociales es una tarea diaria para un tercio de los jóvenes, puesto que el motivo principal de su uso es la interacción social: hablar con los amigos (80%), seguir a sus contactos (67%) o expresar su opinión ante algo (61%). Se observa, pues, que los adolescentes hacen de las redes sociales un instrumento para relacionarse con los amigos y para expresar públicamente sus opiniones o intereses y no las utilizan como herramienta para sus estudios, ni para jugar o estar en contacto con familiares o profesores.
Finalmente, respecto a los videojuegos, sorprende comprobar que únicamente el 42,4% de los consultados afirma jugar habitualmente produciéndose diferencias significativas según sexo y edad: el grupo que más juega está formado por chicos de 12 a 15 años (67%) y el que menos por las chicas de 16 a 18 (14%). Por franjas de edad, el hábito del juego disminuye a medida que se incrementa la edad. Y en cuanto a la forma de jugar, mientras que los chicos tienden a jugar solos o en compañía de algún amigo, las chicas suelen hacerlo como una práctica más del ocio familiar. También son ellas las que en su mayoría consideran que los videojuegos son violentos y no aprenden nada con su uso, frente a la opinión positiva del 53% de los varones de 16-18 años. No obstante, nueve de cada diez adolescentes prefiere salir con sus amigos antes que jugar con videojuegos, existiendo una gran homogeneidad cuando se cruza con las variables de sexo y edad.
En resumen, el estudio confirma que la vía principal de acceso a las tecnologías digitales es el medio familiar-doméstico, de manera que el aprendizaje se realiza en contextos no formales (autodidacta o con familiares, fundamentalmente). A partir de aquí, los y las adolescentes van haciendo uso de las tecnologías y medios de los que disponen según sus intereses cotidianos, fundamentalmente la sociabilidad fuera de la familia, en torno a sus círculos más cercanos tales como amigos y compañeros de clase. Aunque los entrevistados relacionan estas tecnologías principalmente con el ocio y no con el aprendizaje, el hecho de compartir sus experiencias, inquietudes y opiniones constituye un espacio de aprendizaje no formal, de carácter colaborativo, que amplía las capacidades a nivel social, cultural, profesional o técnico. De esta manera, la juventud adquiere un importante capital-red, tal como lo definió Howard Rheingold en 2005.
Fuente:
Aranda, D.; Sánchez Navarro, J.; Tabernero, C.; Tubella, I. (2010). Los jóvenes del siglo XXI: prácticas comunicativas y consumo cultural. II Congreso Internacional AE-IC Málaga 2010: Comunicación y desarrollo en la era digital. Actas y Memoria final del congreso.
Disponible en: http://www.aeic2010malaga.org/upload/ok/204.pdf. Acceso 18/03/2013
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