El uso de estas redes sociales se viene incrementando rápidamente desde los últimos años convirtiéndose en una de las mejores representaciones de la web 2.0, caracterizada por la interactividad y la posibilidad de retroalimentación inmediata entre sus usuarios. Además de acceder a contenidos publicados por otras personas, los usuarios desean convertirse en protagonistas de todo lo que ocurre en Internet (Bringué y Sádaba, 2010), razón por la que generan sus propios contenidos o contribuyen a otros ya creados.
En el estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos en 2011 se ha utilizado la encuesta cara a cara para la exploración de una muestra aleatoria de 553 estudiantes universitarios de la Comunidad de Madrid con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años.
Los autores anticipan tres hipótesis : (1) existe relación entre la edad del usuario y el tipo de red social que utiliza, así como la intensidad, duración y frecuencia de esta forma de interrelación; (2) las redes sociales sirven para reforzar lazos afectivos, familiares y de amistad ya existentes, pero no determinan el conocimiento de nuevas personas; y (3) los jóvenes que usan las redes sociales están más implicados en actividades sociales y cívicas, ya que les anima a la participación en actos o convocatorias en esta línea.
En 2011, en España había más de 13, 5 millones de usuarios en Facebook, 12 millones en Tuenti, 200 millones de mensajes diarios a través de su chat, 4 millones de fotos subidas y la reproducción diaria de 6 millones de vídeos desde su plataforma. Lógicamente, dos años más tarde, las cifras han variado pero nos sirven para tener una idea de las magnitudes que se manejan en el sector. No obstante, señala que la penetración y extensión de las redes sociales parece haber alcanzado su techo en España, por lo que la evolución será más cualitativa que cuantitativa. Más que crecer las ya existentes, la tendencia será la diversificación y segmentación de redes sociales temáticas.
Respecto al uso cotidiano de las redes sociales, aparecen tres conceptos clave a tener en cuenta:
a) Duración: el ciclo de vida de los miembros de la red, las características demográficas que marcan los ciclos en función de la edad, intereses, etc. En relación a la edad, nos permite conocer las primeras diferencias entre redes sociales. Mientras Facebook tiene un 21% de penetración entre menores de 18 años, Tuenti alberga el 60% de los usuarios de esta franja de edad (Bringué y Sádaba, 2011). Conviene recordar que Facebook se presenta como una red social para mayores de 25 años, lo que reaviva el debate sobre la fácil accesibilidad de los menores a webs o redes sociales de acceso para adultos. Otras redes adscritas a un público más adulto en España son: MySpace, Flickr y LinkedIn. Esta última marcadamente contextualizada hacia la promoción y la búsqueda de empleo.
b) Intensidad: el grado de implicación de los actores vinculados entre sí a través de las redes, la mayor o menor incidencia que sobre el actor tienen los demás actores con los que está vinculado en la red. Sugiere no confundir “la intensidad de un vínculo con la proximidad física de los actores vinculados. De este modo, existen relaciones cara a cara que son menos intensas que otras que no lo son, y este es el caso que puede producirse con la existencia y participación en las redes sociales ‘online’.” (p.4).
c) Frecuencia: se vincula a la relativa repetición de los contactos de la red para que el vínculo perviva. Es interesante destacar lo que el artículo confirma: “[…] no necesariamente hay demasiada relación entre la frecuencia e intensidad de los contactos. Así, una alta frecuencia de contactos puede no generar necesariamente una alta intensidad en las relaciones. Por ejemplo, los contactos entre los compañeros de trabajo pueden ser regulares y frecuentes, pero su influencia sobre la conducta puede ser menor en una persona, que la que tienen los parientes muy cercanos a los cuales se les ve infrecuente e irregularmente.” (p.4).
Destaca la “feminización” de las redes sociales: son las mujeres entre 18 y 34 años las principales usuarias, lo que ha quedado también reflejado en otros estudios (Nielsen, 2011; Oliva Marañón, 2012).
La participación de los jóvenes en redes sociales se establece principalmente con la finalidad de contactar y comunicarse con sus amigos y/o familiares, lo que justifica para una mayoría del 63% su pertenencia como miembro. Seis de cada diez jóvenes responden que nunca utilizan la red social para contactar con personas diferentes a las ya conocidas, si bien existe un 10% en Tuenti y un 7% en Facebook que sí la usan varias veces al día para conocer gente nueva.
Las redes sociales tienen un papel fundamental en la dinamización y participación social: no sólo son una herramienta que permite informarse de los acontecimientos o eventos, sino que sirve para dinamizar activamente la participación en acontecimientos, cívicos, políticos o culturales. Son una vía para que los jóvenes aumenten su capital social, conozcan cuáles son las normas de interacción entre grupos y participen fuera de las redes sociales. En este sentido, los datos obtenidos en esta investigación reflejan que el 41% de los jóvenes encuestados participan entre una y varias veces al día en eventos o convocatorias que les entran a través de Tuenti, mientras que el porcentaje se reduce hasta un 25% en el caso de los que tienen un perfil en Facebook.
Referencia:
Análisis exploratorio-inductivo de los usuarios de redes sociales en España: perfiles sociodemográficos y predictores de las gratificaciones derivadas del uso continuado. Editor: Madrid: Universidad Juan Carlos I, 2012. En: III Congreso Internacional Comunicación y Riesgo (Tarragona, 18-20 de Enero de 2012). 16 p.
Disponible en: http://www.aeic2012tarragona.org/comunicacions_cd/ok/162.pdf